Central Park en domingo; los jardineros dejan en el césped algunas bocas de riego abiertas para que el público se refresque. Sigue sin haber cielo. No hay más que una pantalla gris detrás de los rascacielos. Han habilitado una zona asfaltada para que los socios de un club de patinadores hagan sus cabriolas al compás de un potente equipo de música. Todos son hombres de edad madura y patinan hacia atrás, sonriendo con la camisa por fuera para que el aire la mueva. En un banco hay una mujer muy mayor con trenzas y colorete en las mejillas, tiene a su lado una enorme mochila desastrada. Es imposible que pueda moverla sin ayuda. Creo que ayer estaba en el mismo banco.
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