Se supone que existen motivos para que a los bebés se les bañe acompañados de un patito de goma o algo por el estilo. Te meten en la bañera con algo ¿A qué fin? ¿No sería preferible el baño sin juguete, de manera que haya un momento de no-estímulo, de relax absoluto?
Tonterías de sábado por la mañana: mientras me ducho, echo mano del bote de champú: está vacío. El de jabón también. Hay algo de crema suavizante: un nosequé-body con el que acabo restregándome. La skyline que forman los botes vacios, con los tapones abiertos o perdidos definitivamente me hace pensar, mientras me seco, en Nueva York. Ignoro si el patito o lo que fuera que mi madre echaba en el barreño donde me bañaba llegó a producir algún tipo de asociación beneficiosa en mi cerebro. La línea de botes sí. Todas las mañanas, mientras me ducho, me hago dos propósitos:
- Tirar los botes vacíos.
- Viajar a Nueva York.
No hay comentarios:
Publicar un comentario