Leyendo con un poco de retraso.
"Pero, debido a alguna extravagante peculiaridad de la naturaleza humana, sucede que los envites psicológicos son paradójicamente más fuertes en el terreno estético que en el ámbito moral: el desprecio vertido sobre una conducta que se juzga reprensible no alcanza al culpable en su amor propio en el mismo grado que el que se vierte sobre una producción artística tenida por mediocre o sobre una apreciación que se juzga errónea, o ingenua, tal vez porque uno pone su ego más en sus creaciones, y todavía más en sus gustos, que en sus actos; es menos humillante oír que uno ha actuado mal que oír que, por decirlo así, ha creado mal, o que ha admirado equivocadamente (…) El indicio más claro de esta diferencia es el mayor grado de ridículo que se asigna a los fracasos artísticos que a las malas acciones; ahora bien, el ridículo es al mismo tiempo la sanción y el instrumento de la inferiorización: yo puedo exonerarme interiormente de una censura (“Crees que me equivoco, pero rechazo tu juicio, pues sé que tengo razón”), no de una burla: si alguien me encuentra ridículo, ningún mentís interior (ni exterior: “Te equivocas al encontrarme ridículo” es una respuesta inefectiva, en el límite de la incongruencia semántica) puede contrarrestar este hecho: así no se cura la herida. Siempre se soporta peor ser despreciado que ser desaprobado, ser vejado que ser censurado y creo que la imputación de falta de gusto (falta siempre positiva)… produce más el primer efecto que el segundo."
Relaciones Axiológias
Gérard Genette
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