13/5/05

Variétés

Sólo algunas imprecisiones más.

Hay siempre un sentimiento secreto de admiración hacia el falsificador o el impostor. El falsificador de billetes, máximo valor conocido, produce fascinación cuando pone sus habilidades al servicio de la burla al banco emisor y de la ganancia sin violencia. Tras el dinero, no es pequeño el valor que se otorga al arte como elemento de distinción. Por eso, se aprueba secretamente la falsificación de la obra de arte, entendiéndose como una especie de correctivo para quien pueda acceder a su posesión, a quien paga una obra falsa por un precio cierto. Un caso que explica bien esto último es el de Hans van Meegeren que vendió a Goering un estupendo cuadro de Vermeer. Acusado por semejante delito, Meegeren confesó que el cuadro era falso y que así había querido vengarse de quienes le habían estimado como un pintor mediocre.


En tiempos, lo falso existía a la sombra de lo verdadero. Lo uno servía para la exaltación de lo otro. Hoy, emancipado, se muestra no como la otra cara de la verdad, sino como la verdad misma. Como dice Umberto Eco, el signo es todo aquello que puede utilizarse para mentir. Cualquiera sabe ya que mentira y verdad son la misma cosa, que en el bosque los árboles cada vez están más juntos y que sólo liberándonos del concepto modero de Verdad, tenemos posibilidades de no acabar más o menos esquizofrénicos.

De lo falso lo más apasionante radica en el lapso de tiempo en el que el fraude no es tal, el periodo en el que no se ha alzado el velo que descubre el embuste, ya sean minutos o años o un espeluznante siempre, que lo convierte en verdad virginal, sin mácula.



En nuestro tiempo ese periodo parece alargarse hacia el siempre, como un chicle gigantesco que se estira resistente. El indicio ha muerto. Holmes o Poirot nos son inútiles.

No sé quien dijo que la momentánea suspensión de la incredulidad acaba constituyendo la fe poética.

No logro encontrar un número atrasado de la Revista de Occidente que hablaba de todo esto. Debe ser del verano del 92 más o menos, Creo que lo aparté para escribir estas notas con motivo del descubrimiento de la falsificación de pinturas rupestres en la cueva de Zubialde, y ahora ya no sé dónde está.


A cambio, me topo con El problema de Aladino de Jünger y con un subrayado que transcribo: Tengo que agradecer a Jagello que me pusiera en el buen camino respecto de alguna de mis dudas. A mi me atormentaba la cuestión de por qué nosotros servíamos, y celosamente, a un sistema que nos repugnaba, y de por qué nos entusiasmábamos con el desarrollo de armas que un día nos harían saltar por los aires. También a nosotros. Eso era el colmo de la esquizofrenia. Jagello decía al respecto: La esquizofrenia es un distintivo de los subalternos, algo generalizado por tanto. Se quedan en un cierto nivel, no saltan por encima de su sombra.


Todo esto me recuerda a Inge Schamke, cuya casa estaba atravesada por la frontera entre las dos Alemanias. La misma que atravesó el protagonista de Jünger para trabajar en una funeraria. Atravesar la verdad o ser atravesado por ella.

6 comentarios:

  1. Anónimo14/5/05

    Dice usted: No logro encontrar un número atrasado de la Revista de Occidente que hablaba de todo esto. Debe ser del verano del 92 más o menos, Creo que lo aparté para escribir estas notas con motivo del descubrimiento de la falsificación de pinturas rupestres en la cueva de Zubialde, y ahora ya no sé dónde está.
    Pues bien, el número del verano del 92 estaba dedicado a EL CUERPO. LAS OLIMPIADAS: ESPECTÁCULO, RITO, DEPORTE.
    En febrero del 93 el número estaba dedicado al coleccionismo: EL COLECCIONAR Y LAS COSAS (de gran interés). En febrero del 91 el número se titula simplemente ARTE y en él un artículo de María Teresa Méndez Baiges: "Arte y falsificación" (16 páginas). ¿Es esto lo que usted andaba buscando? ¿Le sigue interesando? ¿Quiere que le haga llegar una copia escaneada? ¿Prefiere una fotocopia por correo postal? En este caso se la podría mandar a portes debidos (piense que el envío lo tendría que hacer desde Moscú). Espero sus amables indicaciones.

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  2. Estimado sr. Anonymus: le quedo muy agradecido por su información. La memoria me traiciona. Pensé que todo el número estaba dedicado a la falsificación en el arte. Con los datos que usted me facilita será suficiente para localizar el artículo. No es necesario que me remita el artículo escaneado y menos que lo envíe ud. por correo certificado. A saber cuánto cuesta el servicio postal desde Rusia.
    Sólo me queda una duda: no sé si su anonimato es total. Viviendo ud. en Moscú... Si no lo considera una grosería, ¿tendría ud. la amabilidad de mirar si en la primera página del número en cuestión aparece mi ex-libris? Recuerdo haber prestado alguna documentación acerca de este tema a alguien que hoy vive en la misma ciudad.

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  3. Anónimo15/5/05

    Lamento decdirle que el número de la Revista de Occidente en cuestión, que poseo, carece de ex-libris, porque no tengo esa costumbre y porque el origen no es el que usted imagina.
    Me alegra que pueda usted localizar el número en cuestión y no necesite hacer el gasto.
    Veo que nada me dice acerca del otro número del que le hablé, el 141 de febrero de 1993. Si también este número está a su alcance, me alegro. De todos modos le haré llegar por correo postal, a portes pagados, el regocijante artículo de Francisco Calvo Serraller titulado "Lo sublime a buen precio".
    Me encantaría saber de alguien de su ciudad que vive aquí en Moscú, tener sus coordenadas y saludarlo cualquier día de estos. No es fácil hacer amistades cuando el idioma local no se domina, como es mi caso.

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  4. Estimado sr. Anonymus:

    No veo en su primera nota la referencia al artículo de Calvo Serraller. Estaría encantado si me lo remitiera escaneado. Tal posiblidad aparece apuntada en dicha nota. No así en la segunda. no me queda claro si puede ud. acceder a un escaner o no.

    En cuanto al conocido del que le hablé y que vive actualmente en Moscú, pensaba que era ud.mismo. No me hago responsable de las consecuencias de una posible relación con la referida persona. Si le parece bien podría ud facilitarme su e-mail y le mandaré la dirección de mi amigo.

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  5. Anónimo17/5/05

    Аллея славы наполняется героями

    В Гуманитарном университете профсоюзов чествовали известных петербуржцев?

    Перед самым главным праздником россиян - Днем Победы, в Санкт-Петербургском Гуманитарном университете профсоюзов состоялось сразу два важных события. 3 мая на Аллее славы в присутствии 5000 человек был открыт бронзовый бюст выдающегося скульптора, почетного гражданина Санкт-Петербурга Михаила Аникушина. И в тот же день другому почетному гражданину, заведующему кафедрой! физвоспитания, профессору Гуманитарного университета профсоюзов Михаилу Боброву были торжественно вручены диплом, мантия и золотой знак Почетного доктора СПбГУП!.

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  6. Estimado к. фед маниayбрчетного.

    Cómo me alegro de que haya disfrutado ud. de la celebración del día de la Victoria en San Petersburgo.
    Le ruego traslade mi enhorabuena a los escultures Abiskushina y Bobrovu por la inauguración de sus obras en la Avenida de la Gloria.
    Por lo que me dice, entiendo que sus relaciones con el Sindicato de la Universidad Humanitaria siguen siendo espléndidas.

    Agradeciendo, como siempre, sus atenciones, reciba un cariñoso saludo de su amigo

    P.Passy

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