Justo antes de salir hacia Versalles llama A.I. para decirme que no olvide llevar un bañador. Ella va a Giverny con otros turistas. ¿Para qué quiero yo un bañador en Versalles? Con A.I. mejor no preguntar. Así que meto uno en mi pequeña mochila de guía turístico-impostor.
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