Entramos en el mundo de la estética marcha atrás: desde la boca del túnel hacia el fondo y marcha atrás. Y una vez que te acostumbras a esto, a mirar la oscuridad a través de los retrovisores, ya no dan ganas de regresar hacia adelante.
Lo ideal ( lo ideal no existe por definición) es venir desde el fondo, en la direción correcta, y ver que frente a nosotros hay luz. Esto es lo que me provoca envidia; entender hacia adelante.
Por criterio se entiende generalmente el signo, marca, característica o nota dominante mediante la cual algo es reconocido como verdadero. Criterio es pues, en este sentido, el criterio de la verdad. Ferrater
El criterio no tiene por qué ser siempre un fenómeno directamente observable: puede ser el hecho de que la persona cuyo estado mental se infiere, posea una cierta destreza (en hablar, contar, etc,) lo cual es el resultado de una capacidad. Wittgenstein
Regresar hacia adelante... ciertamente usted está que se inspira, el criterio de la verdad con parada y marcha atrás. No me dejan, hoy, indiferentes sus propuestas; retrovisión, criterio, entendimiento.
ResponderEliminarContésteme: ¿como es la sensibilidad contemporánea desde el uso del retrovisor?
¿Somos los mismos mirando,de frente, hacia atrás?
En el mundo de la estética no hay nada estático, ni siquiera la oscuridad que refleja un retrovisor. Se asocia la estética a la armonía y la belleza. Eso es el túnel. Entender hacia adelante en lo que respecta a la estética, es superar la armonía y la belleza. ¿Qué signos nos muestran lo verdadero? ¿Acaso la mentira no tiene criterio? Si es verdad que existe la mentira tiene que tener criterio. Lo ideal es sustituir el retrovisor del coche por un avanzador, pero lo ideal no existe así que habrá que conformarse con no dejar la estética estática y adentrarse en la oscuridad para percibir mejor la luz, no crees?
ResponderEliminarEstimado sr. Celibataire: sensible como soy al imperativo, me apresto a contestarle, aunque no de forma directa. Su pregunta me lleva al recuerdo de las noches de discusiones apasionadas y recogida de deshechos en la basura de las tiendas de moda: perchas, expositores, bellezones recortados en cartón pluma. Siempre con la esperanza de que algo radical saliera de la mezcla de aquellos elementos. ¿Se acuerda ud?
ResponderEliminar¿Hacia dónde mirábamos entonces?
Mon cher ami: Mirábamos hacia delante o al fondo del saco porque no había otro sitio donde hacerlo, desde luego mirar hacia atras no se nos ocurría, no teníamos, entonces, el retrovisor puesto.
ResponderEliminarUsted cree que cuando ato los cordones de mis zapatos, cada mañana, no miro hacia adelante? Pero acuérdese de los zapatos de Magritte.
Que hermoso ser estatua de sal (radical salino)y no mascarilla de yeso (hágaselo saber a J.R.A).
Monsieur anonimus...no deberíamos aceptar mantenernos en el síndrome del Topo de Estocolmo. Ni que la penumbra y sus reflejos simulen un movimiento de luces sin enfrentarnos, ciertamente, al resplandor.