10/5/05

El miedo a lo moderno

Una cierta sensación de miedo a lo moderno. Refugio en lo ya hecho, en lo que tiene poso.
¿Cómo se mira, cómo se ve lo contemporáneo, lo recién hecho? La seriación ¿no es un recurso para hacer la obra reconocible?
Hallazgos felices: alguien cree en un artista desconocido y consigue que su obra sea apreciada.
Otros lo ven. No yo. Se adelantan y saben que lo recién hecho tiene interés. (De lo que queda arrumbado no se habla. De algunos cuadros que se ven en los mercadillos o de las novelas vendidas en saldos.) Otros miran por nosotros. (Por su puesto, también por ellos mismos.) Mirar lo reciente es muy difícil, al menos para mí.
Hay posturas aún más radicales. El escultor J.R.A. ya no mira lo contemporáneo y con un gin-tonic en la mano dice: -La verdad está en el yeso. Es una afirmación definitiva aunque posiblemente más poética que ontológica.
En teoría, la estética (una cierta clase de ética, a fin de cuentas) debería ser como una pirámide coronada por lo excelso. Pero el número de pináculos parece aumentar día a día. Hay una especie de progresión geométrica de apogeos, una selva de remates dorados, una pirámide invertida desde cuya cumbre, clavada en la arena, se abren todas las posiblidades a las que se concede el mismo grado de interés.

1 comentario:

  1. Anónimo11/5/05

    El escultor J.R.A viene de lo moderno, es decir, de la posibilidad contemporánea de asomar a otras verdades; hacerlas perennes y que habiten entre nosotros es la tarea del artista, pero solitario y en el miedo a la horfandad de lo nuevo corre al acomodo de una razón clásica, que lo es porque otro tuvo el mismo temor.
    El yeso traduce lo efímero y lo solidifica, pero su hermosura está en la fragilidad de haber sido fluido. Unos lo encuentran clásico pero cuando lo vemos pensamos en su rotura. Otra vez lo moderno.

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