¡Al carajo! Si Walser tiene derecho a contar como cuenta, no sé por qué voy a negarme el privilegio. Así que aquí va ésta: un factor en la estación de Burdeos a las siete de la mañana con cara de haber desayunado lo que como en francés se diga sol y sombra. Tiene una pinta entre trabajador que se escaquea y cantante fracasado, y la la gorra que parece más de capitán de zodiac que de ferroviario le sienta como a un Cristo dos pistolas. Y si Walser puede decir "resulta divertido", yo diré que de eso nada, que con lo que llevo dormido esta noche y el ferroviario en el que me miro como en un espejo, la cosa no tiene ninguna gracia.
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