París 29 de abril.
El Louvre. Los cuadros, hasta tal punto son seres vivos -los cuadors verdaderos, se entiende, porque un cuadro, digamos, de Ingres, como El Baño Turco, es siempre igual, muerto igual-, hasta tal punto son personas, que pueden cambiar muy bien cambiar de humor, de talante, de ánimo. Un buen día la Betshabé es un cuadro especialmente profundo, intenso; otro día, ese mismo cuadro amanece un tanto frío, inexpresivo; otro día se nos planta delante sin más ni más, con descaro, como una flor...
Diario de un pintor
Ramón Gaya
Diario de un pintor
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