Pablo C. usa una cámara de cine de 8 mm. fabricada en Madrid con licencia francesa. Casi un juguete para el que ya no se encuentra material. Su padre fue distribuidor de película para estas máquinas y él conserva aún, en una cámara frigorífica, una buena cantidad de bobinas que utiliza en sus viajes o en cualquier acontecimiento familiar. Dice que lo hace por respeto a su padre. Que no tiene por qué cambiar de sistema. Cada bobina dura cinco minutos. Dice que su padre le enseñó dos cosas:
1º. No hagas barridos.2º. No hagas planos de más de cinco segundos.
Si las cámaras digitales tuvieran cuerda sentiriamos todavía manejar la voluntad de hacer imágenes que son un regalo de iniciación, como parecen las normas del padre de Pablo C.
ResponderEliminarMartín Basart aprendió a pintar mirando a su padre deslizar pinceles con color en los affiches de las fiestas de primavera de Montmartre. El es un abstracto matérico, pero cada vez que ve un grumo de pintura oye a su padre diciendo: "mezcla bien el color..." y huele el acre de los gouaches.