El cuadro que sacó R.T. de la bolsa de Samaritaine es el boceto de un sacrificio de Abraham. (Otros dirán que de Isaac, pero la nota al pie de la pequeña tabla pintada al óleo dice: Étude pour le sacrifice d'Abraham.) La firma es iligible. No sé si el autor llegó a realizar el cuadro al que se refiere este estudio preparatorio. Si se abstuvo, hizo bien. Abraham, tocado con un turbante de medio metro de alto y aún con el cuchillo en la diestra, abraza a su hijo del que no vemos la cara, está volteado hacia el padre que lo atrae hacia sí, sin que el joven pueda evitar el abrazo, debido a las ligaduras de las manos y los pies. No hay en el desistimiento intervención divina, ni angélica. Tal vez sea éste el único motivo de interés de la obra, porque invita a pensar en la escena desde un punto de vista diferente: la esperanza en recuperar la cordura en mitad de un ataque de esquizofrenia.
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