A veces, entre que quitan los carteles y ponen los siguientes, los marcos del metro para la publicidad se quedan vacíos, con fondos lisos, azules, verdes. Ribeteados por las volutas doradas, dan ganas de arrancarlos tal y como están y colgarlos en Orsay . Prohibido fijar carteles. Aunque sea de vez en cuando.
Señor Passy: me aterra lo impersonal del metro, los azulejos de quirófano y además ver los marcos vacíos o llenos de restos de carteles decollès. Me desazona el trayecto obligado para alcanzar el vagón. Por la mañana es de los pocos estímulos que encuentro volver a ver los anuncios de Lafalletes, eau de Lancôme o los vodevilles de Ferdinand Castro e Ivette Soufrolas, me dan igual un ballet a l´Odeon que la última de Techiné, pero por favor no sea cruel diciendo que los desperdicios publicitarios le conmueven. Seguramente es usted un flaneur que no tiene que ganarse la vida.
ResponderEliminarSeñor Passy: me aterra lo impersonal del metro, los azulejos de quirófano y además ver los marcos vacíos o llenos de restos de carteles decollès. Me desazona el trayecto obligado para alcanzar el vagón. Por la mañana es de los pocos estímulos que encuentro volver a ver los anuncios de Lafalletes, eau de Lancôme o los vodevilles de Ferdinand Castro e Ivette Soufrolas, me dan igual un ballet a l´Odeon que la última de Techiné, pero por favor no sea cruel diciendo que los desperdicios publicitarios le conmueven. Seguramente es usted un flanneur que no tiene que ganarse la vida.
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