No creo que sea un efecto necesario del estado social democrático y de sus instituciones disminuir el número de hombres que cultivan las bellas artes, pero esas causas influyen poderosamente en la manera de practicarlas. Dado que la mayoría de los aficionados a las bellas artes se van empobreciendo y que, por otra parte, muchos de aquellos que aún no son ricos empiezan por imitación a aficionarse a ellas, la cantidad de consumidores en general aumenta, a la vez que los ricos y refinados se hacen cada vez más raros. Ocurre entonces en las bellas artes algo análogo a lo que mostré al hablar de las artes útiles: se multiplican las obras y disminuye el mérito de cada una de ellas.
No pudiendo aspirar a lo grande, se busca lo elegante y lo bonito, tendiéndose menos a la realidad del objeto que a su apariencia.
La democracia en América
Alexis de Tocqueville
Hola...
ResponderEliminarMucha finura la de don Alexy, oye.
Da gusto seguir descubriéndolo,
"sin cesar comenzando",
JPQ