No encuentro demasiadas referencias a términos como blogeriano, blogerista o blogeador. Tal vez se me escapa el bueno. Blogeador puede estar bien para el que lidia con los blogs. Carmen de Bisset: ¡ Oh Blogeador...! etc. Tal vez la mejor sea blogerista; como diarista. Ya sabía yo que acabaría escribiendo de estas chuminadas. A lo que iba: un blogerista con residencia virtual en Passy tiene pegado en su página el conejo que avisa del riesgo de meter la mano donde no se debe. ¿desde cuándo anda este conejo repartido por los coches del metro? La verdad es que tiene pinta de cabroncete posmoderno. Parece más bien un aviso para críos que van sin remisión camino del arroyo. Qué atuendo, qué expresión en el rostro (parece faltarle el monopatín.) La cara del conejo aún no es de sufrimiento por te faire pincer très fort. En sus facciones aún queda un resto de ese espíritu que está entre la mala leche y la investigación callejera: que pasa si...
Si, era el Gorbea, ¿eres de por alli? ¿ estás trabajando en Passy?
ResponderEliminarNo se en que estación de Metro de París lo encontraste, pero es genial.
ResponderEliminarLa cara de cabroncete se puede deber a que a los niños no les impresiona una figura de rostro serio y blanco tratando de dar una lección.
En ocasiones pienso que en los carteles de "No Tocar: Peligro de Muerte" deberían tener un icono del conejo de Nesquik sufriendo una electrocución.
Sin embargo, me lo imagino de una forma tan cómica que no creo que sea todo lo serio y educativo que debería ser.
Aunque si funciona...