No es habitual que el formalismo resulte especialmente alegre. Por eso los cuadros de Norbert Thomas producen extrañeza. ¿Desde cuándo -piensa uno- me gustan estas cosas?
No lejos de Passy, en Auteuil, está la fundación Le Corbusier. También resulta un lugar geométricamente alegre; incluso ahora en invierno. El tipo que cuida la casa es amable. Parece disfrutar mientras poda el seto y te señala la entrada.
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