"A últimos de enero de 1922 me escribió Walter desde Berlín: «Me parece que, a juzgar por nuestro mutuo y prolongado silencio, ambos estamos bastante al corriente el uno del otro, es decir, ambos sabemos que nos faltan manos para hacer lo que tenemos que hacer». Y acerca de sí mismo añadía: «He trabajado mucho, pero con todo, bien sea realmente a causa del ruido, o bien a causa de la inmensa fatiga provocada por la concentración intelectual, he atrapado de nuevo mi psicosis del ruido, de modo que me encuentro completamente deprimido, y cualquier voz, pero particularmente las del "oeste" (?), me pone frenético, así que debo hacerme a la idea de trabajar exclusivamente por las noches, lo cual no deja de suponer un considerable fastidio. ¿Tienen propiamente los demás tranquilidad, o no la tienen...?"
Walter Benjamin. Historia de una amistad
No hay comentarios:
Publicar un comentario